El artículo que os muestro a continuación lo hice para el editorial de la revista » JOURNAL SPORT AND HELTH RESEARCH» (Nº 3) de la cual soy asesor científico, y refleja algunos pensamientos y forma de entender la profesión, pues el poso que van dejando todas las experiencias vividas te hacen ver las cosas con más calma y reflexionar sobre las mismas.
No he pretendido «sentar cátedra», sino mostrar una opinión. Espero que os guste. CARPE DIEM !!!
GRACIAS PROFESOR.
Pasado los veinticinco años de profesión en el ámbito de la Educación Física
y algunos más entrenando a equipos de deportes colectivos, me gusta recordar en
el monótono silencio de los interminables viajes de avión, mis orígenes, de donde vengo, los comienzos.
Como todos los apasionados de nuestra profesión, leo las distintas revistas y
artículos de las publicaciones especializadas, observo y respeto el trabajo de compañeros, y asisto tanto como alumno y como ponente a cursos y conferencias
de mi especialidad deportiva, el fútbol. Observo a mi parecer que en muchos casos tendemos a caer en el esnobismo de creer que el último sistema de entrenamiento que ha salido en tal o cual revista es “la bomba”, que el último aparato de musculación que ha salido al mercado es la panacea, o que la última corriente o tendencia metodológica es la mejor.
A muchos de vosotros seguramente se os ha dado el caso al igual que a mi, que al finalizar una clase o ponencia, alguno de los asistentes os indica lo equivocado que estábamos al hacer tantos minutos de carrera continua, que los estiramientos son perjudiciales, que el hacer gradas era una barbaridad, etc, etc, etc, e incluso los más osados, hacen algún comentario desafortunado de algún profesor o compañero ya retirado.
Quedándome algunos segundos en silencio, les hago la siguiente reflexión: para llegar al momento en el que estamos a nivel de métodos y sistemas de trabajo ha habido que pasar por todas aquellas experiencias, pues en aquellos momentos se pensaba que era lo mejor para conseguir el rendimiento de nuestros deportistas y gracias a aquellos pioneros que no tenían los medios científicos y de investigación que existen en la actualidad, hemos llegado al magnífico momento y nivel que vive la preparación física del fútbol de nuestro país. Nadie tenemos la verdad absoluta, aprendemos de todos y de todo, y solo una visión global y abierta, apoyados en nuestras experiencias y vivencias, nos harán encontrar las mejores soluciones para cada momento, pues cada situación, cada equipo, cada individuo es diferente.
La temporada pasada en el desplazamiento que hicimos a Santander para jugar contra el Racing, al bajar para dar el paseo la mañana del día del partido, nos estaba
esperando en la recepción del hotel un hombre delgado, de rostro serio y de noble mirada, D. Carlos Álvarez del Villar. Nos dimos un fuerte y emotivo abrazo y charlamos de recuerdos y anécdotas, pues él había tenido como jugador a nuestro entrenador Manolo Jiménez en su etapa como Preparador Físico del Sevilla F.C. y a mí como alumno durante cuatro años en el I.N.E.F. de Madrid, donde mantuvimos una buena relación pues ya en aquellos momentos me apasionaba su asignatura “Teoría y Práctica del Entrenamiento Deportivo”, por lo que tuve la suerte de adquirir uno de los primeros ejemplares de su libro antes de que saliera a la venta.
A D. Carlos Álvarez del Villar y a los profesores y maestros que tanto han hecho
por la Educación Física y el Entrenamiento Deportivo, GRACIAS.
Ramón Orellana González
Octubre de 2009